21 enero, 2014

Lamentable estado en el que aparecieron libre los cinco jóvenes saharauis que la MINURSO entregó al ejército marroquí en Mahbes, en las Zonas Ocupadas del Sáhara Occidental.




Fuente, CODAPSO, El Aaiun.
A través de PSL
El Aaiun, territorios ocupados/Sahara Occidental; 20 de enero de 2014
Los cinco jóvenes saharauis que pudieron entrar el pasado jueves 16 de enero en la sede de  los Cascos Azules en la localidad saharaui de Mahbes en territorios ocupados, tras su entrega a los militares marroquíes por el oficial egipcio que dirige el Team Site de la ONU, revelaron a  los defensores de derechos humanos saharauis el calvario de torturas que sufrieron a mano de los militares marroquíes a los que fueron entregados por los Cascos Azules de la ONU.
Dijeron a la fuente que su protesta pacífica en la sede de la MINURSO era para llamar la atención y denunciar en la misma sede de la ONU en los territorios saharauis ocupados las persecuciones y sistemáticas violaciones  de derechos humanos que sufren en las ciudades saharauis ocupadas.
Los cinco jóvenes al ser entregados al ejército marroquí fueron trasladados a unas unidades militares, dentro de los territorios saharauis ocupados, donde sufrieron torturas e interrogatorios sobre su acción pacífica. Los cinco tuvieron varias heridas de los golpes de las cultas de los fusiles con los que los militares les golpeaban. Desde  los territorios saharauis fueron evacuados en vehículos de la gendarmería militar marroquí a un hospital militar del sur marroquí donde recibieron tratamiento de sus heridas.
Hmadi Uld Dadi tiene 13 puntos de sutura en la cabeza y la cara; Mohamed Uld Saluki golpes fuertes en los ojos, el rostro y en diferentes partes de su cuerpo; Ntaja Uld Ozman sufre de golpes con culatas de fusil en diferentes partes de su cuerpo; Wahid Heidi 3 puntos de sutura en la mano; Buyema Uld Lidrisi 3 puntos de sutura en una herida en la mano.
Los cinco jóvenes tras recibir el tratamiento fueron trasladados sin conocimiento de sus familias a la ciudad marroquí de Guleimim, lugar en donde recibieron interrogatorios bajo torturas y amenazas. Tras dos días los militares marroquíes les llevaron a la estación de los autobuses y les obligaron que subieran en un autobús con destino a la ciudad saharaui de Smara. Los jóvenes denunciaron que los militares les requisaron sus teléfonos y otras pertenencias personales que llevaban.