23 febrero, 2014

Superviviente saharaui de la masacre de Amgala busca al soldado marroquí que le salvó la vida



Ali Said Daf era un niño cuando ocurrió la masacre de Amgala y vio a un militar marroquí asesinar a quemarropa a dos pastores saharauis. Mataron, también, a otros seis beduinos, dos menores de 14 años, la edad que tenía Said. Ahora tiene 51 años y busca al soldado marroquí que le salvó la vida.
“He vivido todos estos años con ese recuerdo. Quiero encontrar a este hombre  y darle las gracias por lo que hizo por mí.  No todos los militares son malos, dentro del uniforme hay un ser humano, con sentimientos”, ha declarado Ali Said Daf a ElEspiaDigital.Com.
Los hechos de los que fue testigo ocurrieron el 12 de febrero de 1976 en un lugar conocido como Fadret Leguiaa, en la zona de Amgala,  cuando en el Aaiún todavía ondeaba la bandera española, aunque hacía más de tres meses que  las tropas marroquíes habían penetrado en el Sáhara Occidental e intentaban aniquilar al Frente Polisario.
Precisamente otro 12 de febrero, pero de 2014, Ali Said tenía que haber comparecido ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz, que investiga crímenes de lesa humanidad cometidos en la antigua colonia española por ex altos cargos marroquíes. Estaba citado como testigo en el caso de la ejecución extrajudicial de los ocho beduinos cuyos restos fueron exhumados  en junio de 2013 en dos fosas encontradas en Fadret Leguiaa, muy cerca del muro que divide en dos el Sáhara Occidental, a 400 kilómetros de los campamentos de refugiados de Tinduf (Argelia).
En una de las fosas se hallaron los restos de Mohamed Mulud Mohamed Lamin y Mohamed Abdalahe Ramdan, ambos con DNI español, a los que Ali Said vio asesinar muy de cerca. Y él estuvo a punto de ser el siguiente.
Sin embargo, Ali Said no ha podido contar al juez Ruz aquello que le marcó de por vida, “me dejó secuelas, no he olvidado lo que viví, lo tengo grabado en el cerebro”,  ya que el Consulado español en Argelia no tramitó el visado para que viajara a Madrid, lo mismo que hizo con otro testigo, Kabula Selma Daf.  Sí comparecieron el médico psicólogo Carlos Martín Beristain y el médico forense Francisco Etxeberria,  quienes ratificaron el informe en el que demuestran que los ocho saharauis murieron por disparos de fusil y fueron sepultados bajo la arena en el mismo lugar donde se les detuvo.
Ali Said nació en Amgala, un pequeño pueblo de la región de Smara en el que sus habitantes se dedicaban, principalmente, a la agricultura y la ganadería. Como otros niños saharauis, iba con su familia cuando se desplazaba por el desierto con los rebaños de camellos y cabras en busca de pastos y agua.
Treinta y ocho años después,  mantiene en su memoria lo que ocurrió aquel 12 de febrero de su niñez, cuando, al amanecer,  su padre y un vecino  fueron a por agua. Decidió ir tras ellos, dejó la jaima y emprendió el camino hasta el pozo, pero  lo que se encontró fue a soldados marroquíes que le mandaban levantar las manos. “Recibí golpes, me interrogaron, más tarde encontré a mi padre y al vecino, a los que volvieron a interrogar. Por la tarde hubo disparos y nos cambiaron de lugar”, cuenta a ElEspiaDigital.com
“Lo más triste fue cuando se llevaron a mi padre, le  montaron en un coche  y empecé a preguntarme ¿qué va a ser de él? ¿qué será de mí? Pasé  horas convencido de que estaría muerto, hasta que al día siguiente vi que le bajaban de un vehículo y le montaban  en otro, eso me dio un poco de espíritu para seguir manteniéndome,  aunque pensaba que le iban a matar”.
¿Dónde están los perros del Polisario?
Cree que eran las 18 horas cuando apareció un militar que  llevaba gorra en lugar de casco como los demás: “Llegó en un Jeep, con cara de muy cabreado y dijo a los soldados ¿dónde están los perros del Polisario? Primero llevaron a Mulud, al que preguntó ¿dónde está el Polisario? él respondió que no sabía, si tenía alguna documentación  y dio un dni español. Preguntó por segunda vez  ¿dónde está el Polisario?, perro, y cuando contestaba lo juró por Alá, por Mahoma,  no le dejó terminar, cogió el arma de un soldado y le disparó a quemarropa. Con el segundo,  Mohamed Abdalahe, hizo las mismas preguntas, salvo que no le pidió la documentación, hubo las mismas respuestas, no sabía dónde estaba el Polisario y le disparó”.
“Entonces me apuntó a mí, me sentó cerca de sus pies  y yo me puse detrás de él llorando. El militar me dijo que si decía ¡viva Hassan!  ¡viva el ejercito de Marruecos! me salvaba y lo dije en voz muy alta.  Después se marcho en el Jeep”.
A Ali Said le invadió el miedo, no sabía que iba a ser de él, pensaba  como  escapar y en ese momento se acercó un soldado que le tomó de la mano e intentó calmarle. “Fue mi protector, noté que me apreciaba. Los demás soldados me insultaban y me humillaban cuando él no estaba, uno dijo que por qué no me mataban.  Cada vez que  pasaba eso,  venia corriendo y les echaba”.
Le subieron a un camión, desde donde oyó disparos, gritar a varios saharauis,  y un hombre que pedía que dejaran libre a su hijo: “Ya de  noche llegó un hombre y me dijo que bajase. Dijo: soy el soldado que está contigo desde ayer, ea, baja. Lo hice y habló algo en francés que no entendí, después dijo la garde, la garde, me cogió de la mano y me llevo al puesto donde tenía que hacer la  guardia. Creía que me iba a matar, tenía contradicciones en mi pensamiento; este hombre me protege, ahora me va a matar…Me quedé  dormido y desperté al llegar otro soldado para cambiar la guardia, me agarré al soldado amigo y el otro me quitaba de él, empezaron a discutir, se armó un altercado entre ellos y al final el que llegó para relevarle dijo bueno, llévatelo.  Y él decía, no te preocupes, que me hago cargo, y me devolvió al camión”.
Correr como una gacela
Al día siguiente las tropas marroquíes  empezaron a moverse del lugar y el camión en el que iba Ali Said quedó atascado en la arena y los soldados  se cambiaron a otros vehículos. “Quedaron solo el soldado que me protegía y el chófer, al ver que el camión no salía y las tropas se alejaban corrieron detrás de los camiones,  me cogió de la mano y me dijo: rápido, rápido; me soltaba y me volvía a coger, llegó un momento en que ya no me cogía, la única preocupación que tenían  era subirse a un camión,  gritaban al último camión para que esperara. Vi que no me prestaban atención, di media vuelta y corrí todo lo que pude, hice una carrera que solo puedo comparar con la de una gacela, mi preocupación era separarme lo antes posible”.
Ali Said consiguió reunirse con su familia y al cabo de un tiempo se enteró de que su padre seguía vivo, había estado preso en El Aaiún y al salir en libertad se incorporó al Frente Polisario. “Solo estuve con él unos cuatro meses, como era pequeño me llevaron a un internado.  Mi padre enfermó y fue hospitalizado en Tinduf.  No me enteré de su muerte y no sé donde está enterrado. En esos primeros años en los campamentos de refugiados no había ni cementerio oficial”.
Cuando vio a las familias de los dos pastores asesinados contó lo que había ocurrido, pero nadie le creyó: “Ahora lo entiendo, tenía 14 años y la gente comentaban que era un niño traumatizado por la guerra. No me hicieron  caso hasta que se descubrieron los primeros restos, las familias vinieron a preguntarme si estaba seguro y les dije que sí, que les mataron los marroquíes”.
Al preguntarle cómo era el hombre que le salvó la vida,  Said lamenta que no hablaron mucho y que sus recuerdos son muy generales, aunque era una persona que de esas que caen bien e inspiran confianza: “Tendría 25 años, como mucho 30, la tez blanca, posiblemente del norte del Marruecos, de mediana estatura, ni gordo ni delgado, sin bigote, sin barba, normal. No llegué a saber su nombre, se identificaban por números de afiliación al ejército, pensé preguntárselo, pero no me atreví. Hablaban mucho en francés y no me enteraba de lo que decían”.
De quien, sin embargo, sí le quedó fijo su rostro, como una pesadilla, fue el militar que asesinó a Mulud y Abdalahe: “Lo tengo grabado, lo que más veces veo. Llevaba una pistola en el cinto, usaba gorra, cara de persona mala, pelirrojo, con bigote, muy alto, bastante delgado, creo que sobrepasaba los 40 años. No sé la graduación, no distinguía los rangos”.
Reconocimiento  para el soldado que le salvo la vida
Ali Said Daf vive ahora en los campamentos de refugiados de Tinduf, está casado, tiene cuatro hijos y una hija  y en estos momentos lo que más desea es ver al hombre que le salvó la vida: “Vivo con su recuerdo, mi ilusión es encontrarme con este hombre para darle las gracias. Pido ayuda al gobierno saharaui y organizaciones de DDHH para hacerle un reconocimiento público. No todos los militares son malos, dentro del uniforme lo que hay es un ser humano, con sentimientos y, posiblemente, con otras ideas”.
Said estuvo un tiempo en el ejército, pero siempre en la retaguardia, y aunque ha viajado por gran parte de los territorios del Sáhara Occidental que controla el Frente Polisario, no había vuelto al lugar de la masacre hasta que se descubrieron las fosas donde fueron enterrados los ocho beduinos saharauis.
A raíz de exhumarse los restos, Ali Said ha estado mucho tiempo sin apenas poder dormir: “Me vienen a la mente esas personas a las que conocí, personas normales,  y solo he visto un montón de huesos”.

LA ASOCIACIÓN URUGUAYA DE AMISTAD CON LA REPÚBLICA SAHARAUI  SALUDA AL PUEBLO SAHARAUI POR EL 38 ANIVERSARIO DE LA PROCLAMACIÓN DE LA RASD




Montevideo, 23 de febrero de 2014

        El pueblo saharaui está próximo a celebrar el 38º aniversario de la proclamación 
de su Estado republicano. El mero hecho de festejar treinta y ocho años de existencia 
muestra claramente la solidez y la perdurabilidad de este joven Estado árabe y 
africano. Solidez basada en la unidad nacional; perdurabilidad sometida a prueba por 
quince años de guerra y veintitres años de espera por un referendum de 
autodeterminación, permanentemente saboteado por la monarquía marroquí y los 
sucesivos gobiernos de Francia.
        Quienes integramos la directiva de la Asociación Uruguaya de Amistad con la 
RASD, en nombre de todos sus asociados y en nombre de numerosos uruguayos, 
solidarios con la causa saharaui, felicitamos al gobierno y al pueblo de la república 
hermana por este nuevo aniversario de afirmación nacional. Saludamos con particular 
calidez a los luchadores saharauis de los territorios ocupados, que día a día arriesgan 
su vida por defender el derecho de su pueblo a la autodeterminación.
¡Viva la República Saharaui!
Emiliano Gómez ­ Presidente
Ernesto Domínguez ­ Vicepresidente
Marisa Raymundo ­ Secretaria

14 febrero, 2014

EL CANCILLER DEL URUGUAY, LUIS ALMAGRO,  RECIBE AL EMBAJADOR SAHARAUI, CHIBANI ABBAS.




Montevideo, Uruguay 14/02/2014

Este jueves, 13 de febrero de 2014, el embajador Saharaui en Uruguay, Chibani Abbas, fue recibido por el Canciller Uruguayo, Luis Almagro, en la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Oriental del Uruguay.
En el encuentro el embajador saharaui informó al Ministro de Exteriores Uruguayo, sobre los últimos acontecimientos relacionados con la situación del Sahara Occidental, en especial sobre la reciente gira por la zona del Enviado Personal del Secretario General de la ONU para el Sahara Occidental, Christopher Ross y sobre la creciente escalada de represión del régimen marroquí en las zonas ocupadas.
Chibani Abbas, agradeció al Canciller uruguayo, por la postura del estado del Uruguay y su apoyo al derecho del pueblo saharaui y su denuncia y condena de las violaciones de los derechos humanos de la población saharaui en las zonas ocupadas del Sahara Occidental.
Por su parte, Luis Almagro, destacó la necesidad de que la MINURSO tenga la posibilidad de supervisar los derechos humanos en el Sáhara Occidental y mostró su preocupación porque sea la única misión de Naciones Unidas que carece del componente de vigilancia de las violaciones de derechos humanos, algo inexplicable, sentenció.
En el encuentro se abordaron temas de cooperación con el pueblo saharaui, en campos como la sanidad, educación, cultura y alimentación.

En la reunión estuvieron, también, Gustavo Pacheco, Director General de Cooperación Internacional del Ministerio de Relaciones Exteriores del Uruguay, la Asistente del Ministro de Exteriores, Graciela García, así como Emiliano Gómez, Presidente de la Asociación Uruguaya de Amistad con la República Saharaui y el Primer Secretario de la Embajada Saharaui en Montevideo, Mohamed Salem Abdelfatah.

05 febrero, 2014

Consejo de Paz y Seguridad pide a la Unión Africana participar activamente en los esfuerzos encaminados a la descolonización del Sáhara Occidental

Presidente de la República Saharaui, RASD en la 22 Cumbre de la Unión Africana, enero de 2014



Addis Abeba, 03/02/14 (SPS)-. El Consejo de Paz y Seguridad de la UA ha pedido a la Unión Africana participar activamente en los esfuerzos encaminados a la descolonización del Sáhara Occidental.

En su informe aprobado por la 22ª cumbre de jefes de Estado y de gobierno de la UA, ha “decidido poner a la cuestión saharaui entre las prioridades en la agenda de su trabajo. Asimismo ha pedido al Comisionado de la UA un seguimiento de la situación en el Sahara Occidental.

En ese sentido ha manifestado su satisfacción por los esfuerzos desplegados por la presidenta de la Comisión de la UA en el seguimiento de la resolución del Consejo Ejecutivo concerniente a la cuestión saharaui.

03 febrero, 2014

Conferencia sobre las desapariciones forzosas y presos políticos saharauis en El Aaiún



Fuente. Oficina de los Territorios Ocupados
A través de PSL
El Aaiún/Sahara Occidental, Territorios Ocupados. 
El pasado viernes 31 de enero en la ciudad de El Aaiun ocupada, dos organizaciones de derechos humanos saharauis, la Coordinadora de las madres de los presos políticos de Gdeim Izik y el Comité de las madres de los 15 Jóvenes saharauis Desaparecidos han celebrado una conferencia sobre los secuestrados, desaparecidos y los presos políticas saharauis en la cárceles marroquíes, para denunciar ante la comunidad internacional al régimen marroquí, responsabilizarle del paradero de los cientos de desaparecidos saharauis y exigirle la puesta en libertad y sin condiciones de todos los presos políticos saharauis en la cárceles marroquíes.
En esta conferencia han participado los defensores saharauis de derechos humanos que trabajan en los territorios ocupados por Marruecos, y se han abierto debates en los que se ha dado a conocer las convenciones internacionales sobre las desapariciones forzosas, el derechos de los presos políticos y el papel del Comité Saharaui de las madres de los 15 Jóvenes saharauis Desaparecidos. También se expuso en esta conferencia el fenómeno de las desapariciones forzosas que ha conocido el territorio saharaui bajo administración marroquí desde 1976.
Los conferenciantes hicieron una llamado urgente a las organizaciones internacionales y la organización de la ONU para investigar y saber de las graves violaciones que se comenten por el régimen de ocupación marroquí en los territorios que ocupa del Sahara Occidental.